Reciclaje de pelotas
de tenis y padel

Unamás es un proyecto de recogida de pelotas de pádel y tenis usadas con el objetivo de reutilizarlas primero y, posteriormente, tratar de devolverlas al mercado a través de procesos de economía circular.

Colocamos contenedores en los clubs que nos lo demanden para que tanto jugadores como monitores depositen en ellos las pelotas que ya no son aptas para el juego.

Las recogemos de forma periódica y las contamos y separamos según su estado, almacenándolas en cajas hasta el momento de su reutilización.

Las pelotas que se depositan en el contenedor naranja o en papeleras acaban en los vertederos, donde tardarán en degradarse más de 2.000 años. El paso del tiempo hará que todos los componentes químicos que las componen acaben penetrando en la tierra y contaminándola.

Las pelotas que están en buen estado las entregamos a centros o instituciones para que se usen en las patas de las sillas combatiendo así la contaminación acústica. Los centros firman una recibo de entrega comprometiéndose a devolver el mismo número de pelotas cuando ya no les valgan.

El resto de pelotas se envían a triturar para conseguir un granulado similar al de los neumáticos reciclados y se envía a distintas empresas fabricantes de artículos de caucho para que hagan pruebas de viabilidad y eficacia.

Por su composición, las pelotas podrían utilizarse en la fabricación de pavimentos para parques infantiles, pistas deportivas, material de gimnasio y de hípica, mobiliario urbano, material de jardinería, topes de tráfico, relleno de colchonetas y otros, y muchas otras aplicaciones.

Como última opción, las pelotas podrían enviarse a valorización energética (incineración). Esto las transformaría en energía y sería una forma de reciclaje, siempre mejor que el abandono en la naturaleza, aunque antes agotamos las otras posibilidades

La forma de financiar todo este proceso es a través de patrocinios de empresas interesadas en colaborar en el cuidado del planeta y en la sostenibilidad de nuestro entorno. Para ello, insertan su publicidad en nuestros contenedores y ayudan a que podamos recoger, entregar a centros, almacenar, transportar, triturar y hacer las pruebas.

Las empresas que nos ayudan a desarrollar el proyecto son compañías que apuestan por la economía circular contribuyendo con sus aportaciones sin un objetivo de rentabilidad.